Un fin de semana en Berlín
Si piensa estar más tiempo y hace un viaje de una semana a Berlín, tenemos otra página con recomendaciones (en construcción), Una semana en Berlín.
Uno tiende a pensar que tres días es suficiente para visitar una ciudad, ver las cosas más importantes y destacadas. Hay ciudades "centralizadas", con un casco antiguo bien definido y un centro más o menos delimitado, que pueden visitarse así. No es el caso, pero, de Berlín y otras capitales como París o Londres, que constituyen aglomeraciones de "ciudades" o barrios con una idiosincrasia muy diferente en un caso y otro. Por la superficie que ocupan, las distancias que hay entre una atracción y otra, el número de puntos de interés y la variedad de cosas que hay que ver, así como las diferencias entre cada uno de los barrios, conviene planificar más de tres días para la visita.
Pero esto no siempre es posible. A menudo disponemos únicamente de un fin de semana, desde el viernes hasta última hora del domingo. Por eso hemos querido preparar aquí una lista con recomendaciones.
Las actividades (visitas a museos, restaurantes, atracciones...) las hemos agrupado en paquetes de medio día (mañana o tarde), sin intención de que supongan una propuesta de recorrido. Cada paquete se desarrolla en una zona concreta de la ciudad, de modo que cada uno puede elegir las cosas que quiera de un paquete hasta agotar el tiempo disponible. Al final de cada paquete añadimos alguna que otra recomendación de restaurante, que funcionará como "eje" entre dos paquetes. Además, anotamos también alguna recomendación para actividades nocturnas, si bien es de justicia reconocer que no somos muy especialistas en el tema de la noche.
Para trasladarse a los diferentes puntos de la ciudad, consulte nuestra informción sobre el transporte público de Berlín. Para el Pase de Museos (válido en 60 museos durante 3 días consecutivos) vaya a las taquillas de cualquier museo o cómprelo online.
Mitte
Para empezar el recorrido, si viene de Friedrichshain, tome el U-Bahn Samariterstrasse (a 500 metros de la Boxhagener Platz) y bájese en la estación final, Alexanderplatz. Al salir verá enseguida la torre de la Fernsehturm: uno puede subir hasta arriba del todo de la enorme torre, pero conviene llegar pronto, porque las colas empiezan a formarse desde primera hora. Eso sí, en un día claro, la vista de 360 grados es impresionante.
Museos: visita a la Museumsinsel y a al menos uno de los museos de allí. El de Pérgamo es quizá el más monumental por las onuimentales obras de las civilizaciones antiguas; en el Altes Museum se encuentran el memorable busto de Nefertiti y numerosos objetos egipcios, y para los amantes de la pintura, el Neues Museum es referencia obligada. Algo más perdido está el Bode Museum.
Justo al lado está el Berliner Dom, la catedral, que, aún siendo interesante, no es tan memorable como alguno de los museos.
A una distancia cómoda se encuentran los Hackesche Höfe, muestra de la arquitectura decimonónica. Son una serie de patios conectados con un ambiente especial, aunque el gran flujo de turistas puede resultar agobiante.
A poca distancia se encuentra la sinagoga; puede visitarse incluso la cúpula dorada.
La Neue Wache es otro punto de atracción en esta zona.
Clärchens Ballhaus es un lugar impresionante por su carácter berlinés. Es una sala de baile que ofrece comida y café con tarta. Si tiene suerte, encontrará parejas bailando dentro, el tango o bailes de salón. La casa en sí parece que haya sido bombardeada hace poco. Si hace sol, la terraza no tiene pérdida.
En la pastelería Menge tienen pasteles excelentes. El café, como en todo Berlín, es para alemanes, no para sureños: de goteo.
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Brandenburger Tor
Si está cerca, hay que detenerse un momento y hacerse una foto delante de la Puerta de Brandenburgo, en la plaza a la que también da el famoso Hotel Adlon. Es obligatorio.
Llegando desde Unter den Linden (un buen café es el Café Einstein), el Reichstag (Deutscher Bundestag) queda a la derecha. La visita también es obligada.
"Stiftung Denkmal für die ermordeten Juden Europas", el inicialmente muy debatido monumento a los judíos muertos durante la Segunda Guerra Mundial. Pasearse por los monolitos es una experiencia.
El café Einstein, si bien pertenece a una cadena de cafeterías del mismo nombre, no deja de ser un espacio único y elegante. Buen café, excelente comida, precios tolerables.
En la misma zona se encuentra el Gendarmenmarkt, con las dos catedrales simétricas. Una plaza sobria y de las más emblemáticas de la ciudad.
En la ribera del Spree junto al río se puede coger un barco para recorrer el río. Vale la pena si uno tiene dos horas para hacerlo. Peroe scoja el recorrido corto; los largos pasan por las esclusas y pueden ser algo agotadores.
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Kastanienallee
Kastanienallee es el corazón de Prenzlauer Berg, la zona más chic de la ciudad. Gente alternativa queda más bien poca aquí, desplazada por el constante aumento de los precios - tanto del alquiler como de productos. Entre Kastanienalle y Pappelallee, debajo de las vías del tren, se encuentra el Imbiss Konoppke, donbde obligatoriamente hay que parar para comerse una Currywurst. En Kastanienallee con Rosenthaler Park se encuentra Kauf Dich Glücklich, una heladería cuyo nombre puede traducirse por "sé feliz comprando".
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Friedrichshain
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El encanto de Friedrichshain reside en ser una de las partes más auténticas de la ciudad. Es cierto que la mayoría de los museos se encuentran en Mitte, pero este barrio carece del carisma y de la energía de barrios como Friedrichshain. Aquí lo normal se confunde con lo excepcional, la vida cotidiana con la artística, las manifestaciones políticas, la vida en la calle. Toda una experiencia.
Si se aloja en nuestro apartamento y está el sábado o el domingo por la mañana, piuede tomar un brunch en el Elfida o el Schmit's (Traveplatz).
El sábado por la mañana puede recorrer el mercado semanal de productos frescos - también hay diversos puestos con comida preparada allí mismo. Una experiencia de colores, olores, movimientos.
Los domingos en la Boxhagener Platz se celebra el mercadillo de viejo: encuentre lo que nunca imaginó que existiría.
En la Wühlischstrasse se alinean las tiendas de moda: ropa elegante, ropa para todos los días, alternativa, de segunda mano.
El puente Modersohnbrücke es el lugar de encuentro de mucha gente a la hora de la puesta de sol: con una cerveza en la mano, se contepla cómo el sol desaparece detrás del Fernsehturm de Alexanderplatz.
A quienes les encata pasear como un lugareño un domingo por la mañana, les recomendamos un paseo junto al río, bien por la Stralauer Halbinsel, bien por el parque Treptower Park. Allí incluso pouede alquilar una barca de remos y luego tomarse una cerveza junto al agua.
Los más modernos querrán visitar el Badeschiff: una piscina flotante en el río Spree en verano, un complejo de saunas en invierno.
Alquilar una canoa junto al Freischwimmer, delante del Badeschiff, es otra experiencia al alcance. Puede llegar hasta la Oberbaumbrücke, después el paso está reservado a barcos a motor.
Neukölln
Landwehrkanal, Maybachufer
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Kreuzberg
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Wörlitzer Park y los agujeros de las barbacoas
Para trasladarse a los diferentes puntos de la ciudad, consulte nuestra informción sobre el transporte público de Berlín.